¿Sabías que el endeudamiento bien manejado puede darte más ventajas de las que te imaginas? Por ejemplo, si eres responsable y estable financieramente puedes llegar a construir patrimonio, tienes más oportunidades para adquirir un bien o puedes realizar con mayor facilidad planes que sean importantes para ti.

Primero que nada, quítate de la mente que tener deudas es malo, por el contrario son necesarias para que construyas un buen historial crediticio, pues esa es la única manera en la que los bancos pueden acceder a información para tomar una decisión cuando quieras hacer una inversión mayor.

Sin embargo, ten presente que el hecho de endeudarte sin tener en cuenta tus finanzas personales, pone en riesgo tu sostenibilidad financiera pues el mal uso del crédito puede afectarte negativamente, y eso sí sería un verdadero dolor de cabeza.

Sabiendo esto, a continuación te daremos unos tips a tener en cuenta para lograr y mantener un endeudamiento saludable.

  1. Arma tu presupuesto:

    Asegúrate de que tus gastos sean más bajos que tus ingresos antes de utilizar cualquier producto de deuda.  Organiza o jerarquiza tus compromisos económicos mensuales para no caer en sobreendeudamiento.
  1. Presta atención a las señales

    Si sabes que tu ingreso mensual apenas alcanza para pagar lo que debes, evita adquirir nuevas obligaciones hasta que logres disminuir el gasto actual. Cuidar tu límite de endeudamiento es identificar cuándo debes detenerte antes de comprometer tus metas y sueños.

    Si estás muy endeudado, recuerda que siempre dispones de opciones para poder cumplir con tus obligaciones crediticias.
  1. Equilibra tus gastos y obligaciones

    La falta de control en el equilibrio de estas dos cosas puede llevarte a la quiebra, por eso procura que ninguna de ellas supere tus ingresos. Elige siempre acertadamente qué puedes comprar o pagar para que no comprometas ni hoy ni mañana tu calidad de vida o tus metas del futuro.
  1. Maneja responsablemente tu crédito

    Es bueno tener rondando en la cabeza el dicho que dice que quien ahorra no es el que menos gasta, sino el que gasta sabiamente para que las deudas nunca se salgan de control. 

Ahora que sabes esto ya no volverás a “estar endeudado”, recuerda siempre ser consciente de la plata que recibes, organiza el dinero que sale y planifica tus metas en un tiempo prudente. Controla tus gastos diarios y así comenzarás a ver resultados antes de lo que crees.

Armar un presupuesto además de ser una parte fundamental para tener una buena salud financiera, también es algo tan personal como el documento de identidad, pues ningún presupuesto se parece a otro. Eso sí, para construirlo debes tener en cuenta tus necesidades, estilo de vida, propósitos y proyectos.

Así que ¡Manos a la obra! Porque aquí te enseñaremos cómo puedes armar un presupuesto adecuadamente y por qué es importante construirlo.

Hacer un presupuesto significa identificar y poner en la balanza tus ingresos y gastos para encontrar el balance ideal y hacer espacio para el ahorro. Cuando lo tengas, tendrás un esquema o mapa completo de tu situación financiera, que te será de gran utilidad para elaborar un plan de acción que te lleve a tomar decisiones frente al ahorro, el endeudamiento responsable y la priorización de tus gastos. 

El punto de partida es elegir una aplicación, un cuaderno o una hoja de cálculo para plantearlo. Luego, definirás el tiempo para el que estás presupuestando; es decir si se trata de una quincena, un mes, un año o el tiempo que necesites. Seguido a esto, especifica los siguientes puntos:

Al tener lo anterior claro, es necesario que conozcas las 10 reglas de oro para hacer un presupuesto.

  1. Define un para qué (metas específicas y concretas de corto y largo plazo).
  2. Que se ajuste a la realidad.
  3. Apégate al plan trazado. Ponte topes de gastos y cúmplelos.
  4. Haz los cálculos con los ingresos reales, no con los posibles.
  5. Prioriza los gastos y administra bien tus ingresos.
  6. No olvides los gastos inesperados, cuenta con un fondo de emergencias.
  7. Ten presente los gastos ocasionales (aquellos que se presentan una vez al año)
  8. Lleva un registro de lo que gastas cada día.
  9. No mezcles tus cuentas, los presupuestos son personales.
  10. Habla con los miembros de tu familia e inclúyelos en su construcción.

Sigue estos pasos y básate en las reglas que te compartimos para que tengas un camino certero a la hora de organizar tus finanzas, tu presupuesto te indicará qué debes evitar, cómo, cuándo y cuánto gastar.